Cadena de accesibilidad (inclusividad)

Para ello, se deben utilizar criterios de accesibilidad y de diseño universal, en todos los puntos de la cadena

Toma de decisión

El primer eslabón de la cadena de accesibilidad en parques infantiles es la toma de decisión de acudir al parque. Antes de ir, los usuarios se plantean distintos interrogantes:

  • ¿Dónde puedo encontrar un parque inclusivo cerca de mi domicilio?
  • ¿Cómo puedo llegar?
  • ¿Podré acceder y circular por su interior?
  • ¿Qué elementos de juego me voy a encontrar?
  • ¿Tiene servicios (aseos, bares, zonas de descanso) cerca?

Disponer de esta información previamente, garantiza que la salida al parque sea un éxito. Para ello es importante que los ayuntamientos puedan facilitar esta información.

¿Cómo llegar?

De poco sirve que el área de juego sea inclusiva, si no todas las personas pueden llegar a ella para su uso y disfrute.

Al menos, debe existir un itinerario peatonal accesible que conecte su entorno inmediato con el parque. Este itinerario también enlazará, en caso de existir, con las plazas de aparcamiento reservadas para personas en situación de movilidad reducida y con la parada más próxima de transporte público accesible. El itinerario dispondrá también de señalización accesible donde se indique la ubicación del área de juegos.

¿Cómo acceder y circular por su interior?

El parque debe disponer de, al menos, una entrada accesible, visiblemente reconocible. En ella se dispondrá de la información que nos muestre las normas de uso, el horario del parque, las posibles actividades a realizar y como movernos y orientarnos por su interior. Una vez dentro, se deberá garantizar que todas las personas puedan circular por su interior de manera confortable, segura y accesible. En especial, se tendrá en cuenta el tipo de pavimento, la ubicación y las distancias entre elementos. El área deberá estar también correctamente iluminada durante el horario de uso.

¿Cómo jugar?

Parques infantiles son importantes lugares de encuentro donde juntarse de forma alegre y afectuosa.

Es nuestra tarea posibilitar con la creación de parques inclusivos – CON EMPATÍA – una participación equitativa de todos los niños y niñas en el juego.

Un panel de actividad no hace un parque inclusivo. Tampoco lo hace una estructura especial para niños con diversidad funcional, ya que remarca las diferencias, separa en vez de unir.

Con parques inclusivos queremos fomentar el juego en común, descubrir similitudes a pesar de las diferencias y compartir experiencias.

El objetivo es de crear espacios que no excluyan a nadie.

Un error común es pensar sólo en los usuarios de silla de ruedas e ignorar los niños y niñas con otra alteración motriz o con discapacidad sensorial (visual, auditiva) o intelectual.

El reto de los parques inclusivos, es conseguir y asegurarse de que cada niño recibe el estímulo y

el desafío que necesita del conjunto del área de juego,

sin que eso signifique que todos hagan el mismo uso y en igualdad

de condiciones del equipamiento de juego.

Al jugar juntos, todos los niños (los que tengan y los que no tengan alguna discapacidad) desarrollan sus habilidades sensoriales, motrices, cognitivos y emocionales. Por lo tanto, el parque tiene que ofrecer el máximo de oportunidades posibles.

Todo parque inclusivo debe:

  • Estar diseñado con criterios de diseño universal, con actividades accesibles-jugables desde el nivel de suelo, por rampa, plataforma de transición, etc.
  • Proporcionar experiencias (multi-)sensoriales.
  • Ofrecer a los usuarios diferentes niveles de reto para que cada uno pueda elegir el nivel de desafío que le de confianza o que busca para superarse.
  • Tener un alto valor lúdico, un alto atractivo, ser emocionante.

Elegiremos elementos de juego que fomenten la conducta de contacto, la comunicación, la interacción social, el comportamiento de cooperación, el desarrollo cognitivo-verbal, la percepción visual, auditiva y táctil, la motricidad global (equilibrio, fuerza, agilidad,…) y la destreza motora fina (p.e. coordinación ojo-mano,…), la creatividad y la emoción.

En concreto, podrían ser por ejemplo juegos tematizados que estimulan la fantasía y juegos de rol (desde un teléfono de tubo hasta un juego tematizado gigante), un columpio de grupo con diferentes tipos de asientos que dan más o menos soporte (plano, bebé, con arnés, hamaca, etc., pero todos dirigidos al centro del columpio para que también niños más tímidos pueden entrar en contacto desde una posición segura), un balancín de grupo con diferentes tipos de plazas (abierto, sin/con respaldo, asideros), un carrusel sin barreras con plataforma a ras de suelo que tenga espacio suficiente para participar en silla de ruedas, pero también sentado en un banquito o estando de pie, conjuntos multi-juegos con actividades accesible desde el nivel de suelo o accesible a través de rampas, puntos de transición, y muchos más.

¿Cómo disfrutar: zonas de estancia y descanso?

Los espacios de juego inclusivos son más que los equipos de juego; son también el resto de elementos que configuran un lugar acogedor donde las personas se sienten cómodas y que alientan a quedarse todo el tiempo que quieran. Por ello, es importante disponer de zonas de estancias accesibles para que los niños y sus acompañantes puedan, descansar y reponerse. Estas zonas de estancia no pueden invadir las zonas de circulación, y se recomienda que se ubiquen en zonas con buen control visual tanto del entorno como de la zona de juegos. Es conveniente que disponga de recursos de control climático (sombras, sol, viento) en los meses más desfavorables. El mobiliario urbano que se instale (bancos, papeleras, fuentes, aseos, etc.) también deben ser accesibles.

Buscardor

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